19 julio 2005

COMIENZA LA ESCUELA

Una de las bellezas de las matemáticas es que a partir de la invención de determinados axiomas se construyen reglas, definiciones y teoremas que conforman modelos específicos. Estos modelos se aplican de muchas maneras, pero los axiomas iniciales nunca se modifican. Por ejemplo, la geometría euclidiana nos dice que una recta es la unión más corta entre dos puntos y que las rectas paralelas son aquellas que no se cruzan. Una recta no existe en la naturaleza y esto no evita que se logre hacer un puente aplicando estos axiomas. Hay otra geometría que se aplica para cálculos espaciales donde las paralelas sí se cruzan, en el infinito. Basándose en esto se construye otra geometría que se aplica para lanzar un cohete al espacio, y así.
Sería lindo que en la vida real, la otra, esa donde los axiomas que lo inician todo son bastante más discutibles, también pudiéramos tener algunas verdades irrefutables y unas premisas claras acerca del bien y del mal. Embriagado de este espíritu les paso a mostrar a continuación unas reglas de valor acerca de la bondad. Me han dicho que este blog parece como de un cristiano tardío, bueno, con esta me consagro.

Verdades Irrefutables ó Construyendo Axiomas
(malo es el opuesto de bueno)
Las plantas son buenas (ellas no toman más agua de la que necesitan).
Existe una relación inversamente proporcional entre la viveza criolla y la bondad.
El empleado es más bueno que el patrón.
La distracción es más buena que la concentración.
El rojo es más bueno que el violeta (solo piensen en un auto violeta).
La marihuana es más buena que la cocaína.
El pobre es más bueno que el rico.
No usar armas es más bueno que usarlas.
Las agujas de tejer son buenas para tejer.
La micro empresa es más buena que la macro.
La literatura es buena, aunque sea mala.
La publicidad es mala.
El débil es más bueno que el fuerte.
Todos somos malos.
Los políticos son más malos.
La vocación de servicio no existe, pero si existiera, sería buena.
Los dueños de la verdad son malos.
La plata es mala.
El fuego que se desprende de la madera es más bueno que el fuego que se desprende del petróleo.
Las vacas son más buenas que los dueños de los frigoríficos.
La eficiencia es buena, pero sí justifica la maldad, es mala.
La docencia es buena.
La autocrítica es buena.
Los niños son buenísimos y sus madres, son buenas madres. *

(ya sé que algunos puntos parecen contradecirse, pero al no definir que significa bien ni que significa mal, no es tan así)

* Bueno, ahora es fácil, como en la escuela, las cosas son simples cuando están avaladas por estas verdades axiomáticas. Por lo tanto nunca le diría al nuevo gobierno que ser bueno sirve para gobernar. Sean malos, que es lo que son. Pero hay que respetar los axiomas para que los malos que vienen sean menos malos que los malos de ahora. Esto significa: reducir el ejercito a su más mínima expresión, proteger al pobre y al trabajador, despenalizar el aborto, legalizar el consumo de marihuana, esfumar el concepto clientelismo de la vida política, asumir todas las putas flaquezas del sistema y empezar a llamar a gente con capacidad y experiencia para los cargos importantes, apuntar las balas hacía donde es debido: educación escolar(cuando todavía se cree en verdades absolutas). Los niños, nada de bachillerato, nada de universidades, nada de industria, nada de frigoríficos, las escuelas y los liceos. Ser maestro escolar tiene que ser de las tareas mejor pagas del Estado, es fácil. Si uno no llega a los quince años con cierto entusiasmo hacia la vida, no sé cuando lo adquiere, creo que nunca, y si lo padres no tienen trabajo ni esperanza, eso lo tiene que dar la escuela. Después uno se las arregla, gracias Estado. La industria, el agro, el turismo, se arreglan solos, según las coyunturas existentes. Pero sí no queremos fragmentarnos en dos países de manera definitiva, o sea, unos pocos privilegiados y cientos de miles de desgraciados, bueno, la respuesta es la escuela (calentita, con comida, doble horario, maestros contentos, vocacionales), sí, trabajo para los padres de esos niños es muy importante, pero con que el Estado nos de esas escuelitas, estamos contentos, mientras, ¿no?. Luego si todo mejora, el turismo, el software, la ganadería, el arte, la industria, bien, y sí no, nos vamos a otro lado, que problema hay, o nos quedamos, pero sin comienzo digno no hay nada. Imagínense decirles a los finlandeses, disculpen, pero acá somos medios raros, nos interesa por sobre todas las cosas las escuelas, y aparte somos malos administradores, y estamos fundidos, entonces, ustedes vienen y construyen esas plantas de celulosa, pero por cada "X" kilos de celulosa que procesan nos construyen una escuelita, ta, o me reforman alguna de las existentes, o me mantienen a los maestros bien pagos, o me las llenan de computadoras, ta, gracias, eh, porque sabés que sí la plata nos llega a nosotros se nos pierde en mucho laberinto burocrático, aparte, ustedes entienden, somos un estado batllista y eso es costoso, aparte ustedes andan bien en el tema escuelas, ¿no?, y no pasan frío ni nada halla en finlandia. Así, ya que vendemos ríos, compremos escuelitas, por lo menos, niños contentos y padres (y tíos) capaz un poco también. La madre naturaleza es otro tema.

2 Comments:

At 2:08 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ah!, pero mirá vos que fácil que era.

 
At 2:28 a. m., Blogger hi way said...

viste

 

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