13 setiembre 2005

EL BLOG DE LEVRERO


Quedó atrás Middlesex de Eugenides y todo indicaba que mi nueva novela de mesa de luz -por llamarla de alguna manera- iba a ser La hierba roja de Boris Vian. Esta quedó relegada ya que el otro día fui a la feria del libro, sí, esa, la del Latu, donde mi querida hermana y su querida tarjeta OCA hicieron posible que me comprara un libro nuevo. Un cero kilómetro. Actividad tan atípica como la de comprar un disco nuevo. La cuestión es que ante este ofrecimiento de mi hermana de financiarme un libro, opté por una novela bastante larga y con letra chiquita de Mario Levrero (es como si de comprarme un disco, me comprara un recopilación doble, para cubrirme, digamos). Se llama "La Novela Luminosa" y acaba de ser publicada. Tenía buenas referencias y ellas han sido más que superadas. Estoy atrapado en el diario de Levrero. Es como que me siento, no sé bien por qué razón, muy cercano a esa persona/personaje y recién voy por la página 118 de 542. El formato que posee, por lo menos hasta ahora, es de diario, un formato bastante amigo del blogismo, de cierto blogismo. Además, está muy presente el tema de la computadora, herramienta vital en la vida del autor. A continuación transcribo un extracto que trata el tema del ocio. El autor del diario insiste constantemente en que necesita encontrar ese ocio que se le escabulle para poder finalmente lograr el estado mental óptimo para escribir La novela luminosa, tarea para la cual fue premiado con una beca. Acá va, uy, cuanto lo comprendo.

No debo olvidarme de mi descubrimiento de anoche, mientras lavaba los platos. Ahora lo voy a contar mal y con los ojos llorosos. Pero lo voy a anotar de la manera que sea, para que no se me borre.
Lo primero fue ordenar los platos y cubiertos y demás enseres, adentro de un palangana, para sacarlos de la pileta y para facilitar el trabajo. Ya mientras estaba intentando ese orden comencé a tener un sentimiento agradable. Había apagado la computadora y mi mente ya no estaba metida en esas cosas. Empezaron a asomar pensamientos míos, o no sé de quién, pero quiero decir humanos. Recuerdos, reflexiones. Y mientras estaba sumergido en el trabajo de lavar los cubiertos y luego los plásticos y luego los platos, hice el descubrimiento: descubrí que eso, y no otra cosa, era el ocio que necesitaba. Descubrí que el ocio no consiste en sentarse necesariamente en un sillón y ponerse tenso a esperar la angustia difusa. Que la angustia difusa venga por su cuenta cuando tenga que venir, si es que tiene que venir. Yo intentaba forzar una situación anímica, y por eso fracasaba. Está bien sentarse en un sillón a descansar o en otro sillón a leer, cuando uno quiere, cuando hace falta. Pero si uno lo hace por obligación, para poder encarar un proyecto, como este de la beca, eso ya no es ocio, ni búsqueda de ocio. O mejor dicho, la busqueda de ocio se transforma en un trabajo, o sea en un negocio, o sea en la negación del ocio. Hace muchos años un amigo me explicó que la palabra negocio venía de ahí, de neg-ocio, no-ocio. El ocio en sí mismo no es como yo pensaba –en realidad no pensaba, sino que simplemente actuaba en esa dirección equivocada-, el ocio, digo, no tiene sustancia propia, no es un ente en sí mismo, no es nada; el ocio es una disposición del alma, algo que acompaña cualquier tipo de actividad; no es la contemplación del vacío, y menos aún el vacío mismo; es, cómo decirlo, una manera de estar. Sentarse en un sillón sin hacer nada no implica necesariamente ocio, si uno tiene la disposición adecuada. La disposición adecuada en el caso de lavar los platos, es lavar los platos como si fuera la cosa más importante del mundo. No como si fuera; es la cosa más importante, como cualquier otra cosa que estuviera haciendo en ese momento, y es ocio en la medida que la cosa que esté haciendo me deje libre la mente, no la comprometa, o no la comprometa más que para la contemplación de la cosa que estoy haciendo. Y esa cosa no debe tener una finalidad tipo negocio, porque ahí se estropea todo. Lavo los platos sin deseos de estar haciendo otra cosa, sin apurarme. Y después de lavar los platos preparo los frasquitos para el yogur y enchufo la yogurtera. Y ese tipo de cosas que hago siempre –pero con la diferencia de que en ese momento estaba ocioso, porque mi mente no estaba ocupada en ningún negocio, porque yo no deseaba estar haciendo otra cosa, porque me divertía con hacer lo que estaba haciendo-. Eso es ocio, o por lo menos el ocio que yo necesito.

12 Comments:

At 6:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

Wow! What great work you have done! I have one too. Come and check it out if you get time :-)

It's a adhd doctors in memphis site/blog. It pretty much covers adhd doctors in memphis related stuff.

 
At 7:34 p. m., Blogger hi way said...

la puta que los parió con el spam...

 
At 1:47 p. m., Anonymous Anónimo said...

La angustia difusa, según Levrero, creo que era lo siguiente:

1) Siéntese usted en un sillón o un lugar así de cómodo
2) Intente despejar los pensamientos de su mente hasta que ésta quede vacía, en estado de trance
3) Inténtelo de nuevo, usted puede (el paso dos es siempre fallido al principio)
4) Los pensamientos empiezan a aplacarse y el vacío conduce a un estado de angustia sorda, de ausencia.
5) Muy bien. Muy bien.
6) Se apagan los parlantes que estaban prendidos. Sólo entonces se comienza a escuchar la otra voz, la verdadera, que había sido apagada por la constante, la frecuente, no siempre verdadera.

 
At 2:43 p. m., Anonymous Anónimo said...

La Hierba Roja se encuentra en la biblioteca Brasil. Deja que desear, creo que el neg-ocio con tu hermana fue inspirado.

 
At 4:21 p. m., Blogger hi way said...

Muy acertados los puntos de De Souza, sí, creo que va por ahí, todavía en la novela no se expresa claramente al respecto. Bo Guevara, tenés toda la razón, un gran neg-ocio.

 
At 8:08 a. m., Blogger Patuche said...

Es muy tierno este Levrero. Tiene yogurtera. En casa había una. Me acuerdo de los potes llenos de leche y la bacteria que le hechan para hacer el yogur(t).

 
At 10:22 a. m., Anonymous Anónimo said...

" el ocio es el Ocio de los pueblos"

 
At 11:06 a. m., Blogger hi way said...

Yo creo que Levrero, un tipo que acompaño y alentó a muchos escritores de las nuevas generaciones, con esta gran novela se manda el gran gesto, la gran ofrenda, de entregarse a todo aquel que lo desee. Levrero está ahí, hoja a hoja, letra a letra. Los que no lo conocimos, lo estamos conociendo....si, si, un grande y un tierno.

 
At 2:21 p. m., Blogger El perrito que reia said...

Justo hoy me encontré el el 117 con una ex compañera de la facultad y hablamos de Levrero
q.e.p.descansen, tanto Levrero como mis días de estudiante

 
At 12:19 p. m., Blogger hi way said...

ocio malo = ocio tradicional

ocio bueno = lavar los platos

 
At 9:59 a. m., Anonymous Anónimo said...

Simplemente, me encantó. @MiSombraMasAzul

 
At 4:18 a. m., Anonymous Anónimo said...

After getting more than 10000 visitors/day to my website I thought your asolascontodoelmundo.blogspot.com website also need unstoppable flow of traffic...

Use this BRAND NEW software and get all the traffic for your website you will ever need ...

= = > > http://get-massive-autopilot-traffic.com

In testing phase it generated 867,981 visitors and $540,340.

Then another $86,299.13 in 90 days to be exact. That's $958.88 a
day!!

And all it took was 10 minutes to set up and run.

But how does it work??

You just configure the system, click the mouse button a few
times, activate the software, copy and paste a few links and
you're done!!

Click the link BELOW as you're about to witness a software that
could be a MAJOR turning point to your success.

= = > > http://get-massive-autopilot-traffic.com

 

Publicar un comentario

<< Home