29 julio 2005

Y VOLVEMOS A EMPEZAR


Cada vez concuerdo más con mi padre acerca de que uno de los grandes problemas de este país es la abogadocracia, siendo específico, la abogadogracia política directriz que nos gobierna ad eternum. Esa concepción jurídica de las cosas que empaña a mi entender el pensar político. No entiendo bajo que pensamiento racional es beneficioso para un Estado ser dirigido por tipos cuya profesión es redactar leyes. Por lo menos, profesión en la cual se instruyeron, más allá de las condiciones personales de cada uno. Menos aún lo entiendo bajo un pensamiento irracional, pero ese es otro tema.

A pesar de que esto no es tan así hoy día, igualmente, sigue primando, principalmente a nivel legislativo un razonamiento de abogado a la hora de legislar. Esto parece una estupidez, porque, por un lado sería lógico que los abogados legislen, que es lo que saben hacer. Bueno, no, los abogados constitucionales tienen que ser los asistentes de los legisladores. No los propios legisladores. Porque, la Abogacía, tiene la particularidad de ser una profesión muy localista, regional, enriquecida a través de nuestra propia historia legal. El abogado no necesita nutrirse del mundo exterior para ser un buen abogado, necesita nutrirse de la Constitución y la Constitución no creo que sirva de mucho para encontrar caminos nuevos y salidas decorosas a todos los problemas que nos conciernen. No requiere estar en contacto y tener conciencia de avances a nivel mundial en todas las variables a las que respecta el progreso de un país, requiere comprender la concordancia legal a la hora de redactar nuevas leyes.

Yo me imagino un poder legislativo ideal, donde una minoría de abogados quede relegada, ante la mayoría de personalidades pertenecientes al mundo de la ciencia, del arte, de la filosofía, de la música, antropología, geografía, literatura y un largo etcétera, porque creo que en estas ramas es de donde pueden surgir ideas nuevas y buenas, cosa que claramente no sucede en nuestro vetusto parlamento (algo así como cambiar cuadrados por círculos) ¿De dónde pueden venir ideas nuevas acerca de temas tan claves para nosotros como son el desarrollo de la industria, la viabilidad, la ecología, la salud, la enseñanza? Es que a fin de cuentas para que algunas cosas cambien un poco la única chance que nos queda es legislar, sea esto bueno o malo. Esa es la herramienta, entonces, no podemos acaso pensar, que es posible legislar para bien, y legislar ideas que nos produzcan mejoras estructurales. Algunas de todas esas que estamos necesitando.

No son, acaso, los intelectuales, personas que poseen una visión más amplia de las cosas, de los problemas, aquellos que pueden desentrañar la madeja de trancadera profunda que nos aprisiona en la podredumbre. Porque todos coincidimos que no puede ser tan difícil para este país salir adelante. Con salir adelante me refiero nada más (y nada menos) que lograr cierta prosperidad de una clase media que domine y lidere la economía. La fórmula no puede ser tan complicada, somos tres millones de personas relativamente bien instruidas, sobre praderas naturales muy amigables para tanto la ganadería y la agricultura, tenemos una linda costa, un industria turística auspiciosa, tenemos la suerte de que los narcotraficantes quieran hacer hoteles para lavar dinero en nuestro propio país, que más ¿No son acaso los intelectuales aquellas personas que pueden plantear esas ideas que nadie plantea? Entonces, yo quiero a esos intelectuales, que este país tanto reconoce poseer, en el parlamento, básicamente yo quiero a la Antigua Grecia de Pericles. Ahora, la pregunta que no me puedo responder, es cómo carajo se logra que estos intelectuales, siendo ellos tanto científicos o ingenieros o simples pensadores iluminados se introduzcan en el sistema político. Personas cuyo vuelo intelectual es elevado, perdiendo su vida en un estrado tratando de convencer a la gente acerca de reformas que nadie comprenderá, lidiando con cientos de miles de intereses perversos creados. Teniendo que convivir con toda la maldita transa que implica ascender políticamente, la verdad, un asunto intelectualmente desafiante. Entonces, volvemos al comienzo, los políticos seguirán siendo los políticos y estos pedirán asesoramiento a los intelectuales, o los leerán, pero, bueno, quizás, si pensamos que la fuerza del intelectualismo es la que debería timonear un país, o estamos bastante jodidos de intelectuales o claramente las ideas de los intelectuales no llegan al seno político.

No quiero que esto se interprete como una necesidad de volver a un parlamento principista, como aquellos parlamentarios de finales del siglo XIX que pasaban la vida discutiendo acerca de las grandes verdades de la vida, y mientras, pasaba la vida,. Hablo de intelectuales específicos, esto suena bastante raro y contradictorio, unir estos dos términos, pero bueno, quizás tampoco sean entonces los intelectuales los que deberían estar en el parlamento. ( o sea, más Erlichs en el parlamento y menos Aranas en las intendencias, por decir algo)

Por otra parte, comandando el país, lejos y cerca de este parlamento utópico de sabios, tiene que haber un poder ejecutivo plagado de técnicos. Con técnicos me refiero a gente con capacidad técnica para desempeñar tareas de administración en las áreas que les compete. Esa cosa que llaman capacidad de gerenciamiento. Lo que se necesita es un buen gerenciamiento claramente focalizado hacia objetivos concretos. Los ministros no pueden estar con la especulación y el bla, bla, bla político, ellos tienen que estar con los hechos y los casos específicos de sus coyunturas particulares. Cosas claras. Este ministerio tiene estos costos, realiza estos aportes a la economía del país, nuestro margen de maniobra es tal y queremos hacerlo virar el barco hacia este tal lado, ni mucho, ni poco, pero concreto. Punto. El contrapunto es la ley que los legisladores promulguen que genere el marco pertinente para ese viraje, siempre que el viraje cuente con el apoyo de la mayoría de parlamentarios, pero en este maravilloso sistema político ideal, los ministros van a proponer los cambios que saben cuentan con el apoyo suficiente, simplemente porque son buenos para el país.

Volviendo al punto anterior, digamos que los intelectuales, según la primera acepción de la RAE, son aquello perteneciente o relativo al entendimiento. Este es el punto clave, si suponemos que no todos podemos entender, entonces necesitamos que quienes entienden un poco más nos gobiernen, pero por otra parte quienes entienden un poco, lo primero que entienden es no estar dispuestos a participar de la vil pirámide político-electoral, donde un caudillo vale más que mil buenas ideas. Ojo, que el sistema parlamentario colapsó y nadie desea que vuelva a suceder y tampoco a nadie se le ocurre otro sistema distinto al democrático para gobernar. Podemos ser optimistas y pensar que no es necesario y que con políticos mediocres se puede. Aunque no se está pudiendo mucho. También está ese común pensar acerca de que los políticos son un reflejo de la sociedad que representan, puede ser, en tal caso, no quiero que me gobierne un fiel reflejo de mí mismo, todo lo contrario, quiero que me gobierne algo mejor. Otro común pensar es que somos chicos dependientes y solamente nos puede ir bien, si a nuestros vecinos les va bien de forma sostenida. No me convence esta idea.

Por lo tanto, escucho sugerencias, ¿quiénes queremos que conformen nuestro parlamento? ¿Existe la posibilidad de gobernar basándose en buenas ideas? ¿Son las leyes las mejores herramientas? ¿Son los intelectualmente más capaces los más aptos para generar verdaderas propuestas renovadoras? Dentro los supuestamente más capacitados hay grandes divergencias de orientación, obviamente, ¿impide esto que puedan surgir ideas que por su solidez trasciendan toda orientación política anquilosada? Quizás lo que está estancado es el Derecho Constitucional y es ahí a donde hay que apuntar. Pensar en una nueva concepción del derecho y seguir gobernados por cabezas jurídicas, pero renovadas y frescas.

Reconozco que el nuevo gobierno es consciente de todo esto y las cosas han mejorado un poco, no vemos hoy día a esos directores de entes autónomos de antaño (a esos Volonté), gratamente se han tecnificado los nombramientos. Igualmente vemos cada cosa, bastante espeluznante. Se respira hoy día una sensación de gobierno bien intencionado y poco preparado y por supuesto lidiando con todo eso que trae consigo la propia carrera política, gente formada en aumentar el caudal de votos, no en gobernar. Creo. Es el viejo espiral del huevo y la gallina.

26 julio 2005

¿HOLA, ME ESCUCHÁS?

" y vos me dijiste que soy un abismo de silencio, será por que vos no escuchás que yo grito por dentro"
( Jaime sin Tierra, tema 8 del disco Auto Chocador)

Jaime Sin Tierra, una banda argentina de rock de corta carrera, llegó a mí vida hace relativamente poco tiempo, luego de su disolución. Quede admirado rápidamente tanto por sus letras como por su música, algo parecido a un Radiohead rioplatense.

Este fue el primer estribillo que me pegó gratamente (luego me incliné más por otros temas del disco, pero eso no importa en este momento). Me estremece el dolor que encarna esa frase de una manera tan directa y cómo resume muchos de los problemas de no comunicación que tiene la gente hoy día, los míos por lo menos.

Supongo que soy de esos que muchas veces no saben decir en el momento indicado eso que hay que decir, soy de los que son recriminados por no decir nada y esta frase me parece la respuesta perfecta que siempre hubiera querido dar, aunque igualmente creo que digo las cosas sin decirlas, o sea, no decir o decir, depende por igual de no escuchar o escuchar. Querer escuchar. Si uno quiere escuchar, le van a decir. Si no, es más difícil. La frase también tiene ese dolor de final, de cosa que termina, de si no me escuchaste, ahora ya es tarde. Si no escuchás mi grito silencioso, mala suerte, no sé gritar de otra manera, pero ya grité mucho. Ahí el problema, uno quiere que le griten, pero no quiere escuchar el grito por dentro y el otro no puede gritar para fuera.

Está claro que en el plano de las palabras no pasan las cosas realmente importantes, pasan en otros planos y las palabras tratan de darle sentido a todo. Uno tiende a buscar la verdad en la palabra, y la verdad y la palabra es muy difícil que convivan, porque la verdad pasa por un filtro que es uno para transformarse en palabra. En ese proceso, obviamente, deja de serlo, porque el filtro es uno, y no es uno sencillo, como puede ser un filtro de café, es uno, elaborado, bastante más elaborado que el filtro de un motor. Un gesto o una mirada sí pueden considerarse como que vinieran a través de un filtro de café, más simple y blanco. Mientras que la palabra está totalmente envuelta en todos los prejuicios que uno posee, la palabra es la palabra de nuestros padres, la palabra de nuestros amigos, de nuestras novias. La mirada es más uno mismo.

Esto no es nada nuevo, todo lo contrario. Siempre se habla de la palabra como algo vicioso y poco suficiente para comunicarnos. Quizás ahí es donde entra la música, para ahuyentar esa falta, tanto como con los demás como con nosotros mismos. Porque en la comunicación de nosotros con nosotros mismos, también están en juego los mismos filtros y al escuchar más a nuestras palabras que a otras sensaciones, muchas veces, nos alejamos de lo que realmente estamos buscando ya que nuestras palabras no son tan nuestras como creemos que lo soy. Como decía, esto no es nuevo, ni mucho menos, existe un himno pop de los ochentas, que es Enjoy de Silence de Depeche Mode que explica algo parecido a la sensación que quiero transmitir, entonces no puedo privarme el placer de mostrar esta letra tan buena:

Enjoy The Silence

Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Can't you understand
Oh my little girl
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only harm
Vows are spoken
To be broken
Feelings are intense
Words are trivial
Pleasures remain
So does the pain
Words are meaningless
And forgettable
All I ever wanted
Enjoy the silence


Está todo dicho, sí sentimos que lo que queremos está aquí, con nosotros, callémonos un poco y disfrutemos.
Supongo, que hay que tratar de disfrutar el silencio y buscar las respuestas fuera de las palabras habladas, (las palabras escritas son más silenciosas) siempre estamos esperando esa palabra y esa palabra nos la dicen, o no, a pesar de estar escuchándola.

Por lo pronto, espero que lo expresado haya sido esclarecedor. Ahora, no sé esclarecedor de que carajo.

21 julio 2005

EL TELE-MARKETING AL SERVICIO DE LA CINEMATECA URUGUAYA


Sosegate, estás buscando un momento de paz, un momento de reflexión, hacete un tiempito frente a la pantalla grande, Kim Ki-Duk en La Linterna Mágica. Todo lo que no vas a encontrar en un shopping y más.

Cuando todo parece perdido, cuando el mundo del cine comercial no te satisface, cuando ni Dan Brown te hace olvidar de tus problemas, probá con la cinemateca. Esta semana "Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera". Sí. Una obra culmine del cine coreano contemporáneo.

Satisfacción garantizada para grandes y chicos. Un maestro budista y su discípulo, aventuras en la selva coreana. La mejor película con animales para niños antes de Madagascar.

Te sentís abrumado, la cultura occidental no te da respuestas, encontrás que la gente es mala y codiciosa, date un vuelta por la cinemateca. Kim Ki-Duk logra sumergirte de lleno en la cultura budista. Sabiduría y lecciones de vida para toda la familia.

El primer amor es inolvidable, Kim Ki-Duk te lo cuenta a la coreana. Un film demoledor. Hasta el sábado en La Linterna Mágica.

Promoción especial: sí vas con tu familia a ver "Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera", tus chicos se llevan un coreanito armable de regalo. Solamente hasta el sábado. (promoción no valida para los socios espectaculares)

Sí se te derrumbó tu teoría del amor eterno, del matrimonio, sí, estás solo y consideras que estás perdido, andá a la cinemateca, Kim Ki-Duk te muestra otras maneras de alcanzar la felicidad en el mundo de hoy. Una obra maestra del cine de nuestros tiempos: "Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera".

(nada, muchachos, quería recomendarles esta película que está buenísima, nada más)

19 julio 2005

COMIENZA LA ESCUELA

Una de las bellezas de las matemáticas es que a partir de la invención de determinados axiomas se construyen reglas, definiciones y teoremas que conforman modelos específicos. Estos modelos se aplican de muchas maneras, pero los axiomas iniciales nunca se modifican. Por ejemplo, la geometría euclidiana nos dice que una recta es la unión más corta entre dos puntos y que las rectas paralelas son aquellas que no se cruzan. Una recta no existe en la naturaleza y esto no evita que se logre hacer un puente aplicando estos axiomas. Hay otra geometría que se aplica para cálculos espaciales donde las paralelas sí se cruzan, en el infinito. Basándose en esto se construye otra geometría que se aplica para lanzar un cohete al espacio, y así.
Sería lindo que en la vida real, la otra, esa donde los axiomas que lo inician todo son bastante más discutibles, también pudiéramos tener algunas verdades irrefutables y unas premisas claras acerca del bien y del mal. Embriagado de este espíritu les paso a mostrar a continuación unas reglas de valor acerca de la bondad. Me han dicho que este blog parece como de un cristiano tardío, bueno, con esta me consagro.

Verdades Irrefutables ó Construyendo Axiomas
(malo es el opuesto de bueno)
Las plantas son buenas (ellas no toman más agua de la que necesitan).
Existe una relación inversamente proporcional entre la viveza criolla y la bondad.
El empleado es más bueno que el patrón.
La distracción es más buena que la concentración.
El rojo es más bueno que el violeta (solo piensen en un auto violeta).
La marihuana es más buena que la cocaína.
El pobre es más bueno que el rico.
No usar armas es más bueno que usarlas.
Las agujas de tejer son buenas para tejer.
La micro empresa es más buena que la macro.
La literatura es buena, aunque sea mala.
La publicidad es mala.
El débil es más bueno que el fuerte.
Todos somos malos.
Los políticos son más malos.
La vocación de servicio no existe, pero si existiera, sería buena.
Los dueños de la verdad son malos.
La plata es mala.
El fuego que se desprende de la madera es más bueno que el fuego que se desprende del petróleo.
Las vacas son más buenas que los dueños de los frigoríficos.
La eficiencia es buena, pero sí justifica la maldad, es mala.
La docencia es buena.
La autocrítica es buena.
Los niños son buenísimos y sus madres, son buenas madres. *

(ya sé que algunos puntos parecen contradecirse, pero al no definir que significa bien ni que significa mal, no es tan así)

* Bueno, ahora es fácil, como en la escuela, las cosas son simples cuando están avaladas por estas verdades axiomáticas. Por lo tanto nunca le diría al nuevo gobierno que ser bueno sirve para gobernar. Sean malos, que es lo que son. Pero hay que respetar los axiomas para que los malos que vienen sean menos malos que los malos de ahora. Esto significa: reducir el ejercito a su más mínima expresión, proteger al pobre y al trabajador, despenalizar el aborto, legalizar el consumo de marihuana, esfumar el concepto clientelismo de la vida política, asumir todas las putas flaquezas del sistema y empezar a llamar a gente con capacidad y experiencia para los cargos importantes, apuntar las balas hacía donde es debido: educación escolar(cuando todavía se cree en verdades absolutas). Los niños, nada de bachillerato, nada de universidades, nada de industria, nada de frigoríficos, las escuelas y los liceos. Ser maestro escolar tiene que ser de las tareas mejor pagas del Estado, es fácil. Si uno no llega a los quince años con cierto entusiasmo hacia la vida, no sé cuando lo adquiere, creo que nunca, y si lo padres no tienen trabajo ni esperanza, eso lo tiene que dar la escuela. Después uno se las arregla, gracias Estado. La industria, el agro, el turismo, se arreglan solos, según las coyunturas existentes. Pero sí no queremos fragmentarnos en dos países de manera definitiva, o sea, unos pocos privilegiados y cientos de miles de desgraciados, bueno, la respuesta es la escuela (calentita, con comida, doble horario, maestros contentos, vocacionales), sí, trabajo para los padres de esos niños es muy importante, pero con que el Estado nos de esas escuelitas, estamos contentos, mientras, ¿no?. Luego si todo mejora, el turismo, el software, la ganadería, el arte, la industria, bien, y sí no, nos vamos a otro lado, que problema hay, o nos quedamos, pero sin comienzo digno no hay nada. Imagínense decirles a los finlandeses, disculpen, pero acá somos medios raros, nos interesa por sobre todas las cosas las escuelas, y aparte somos malos administradores, y estamos fundidos, entonces, ustedes vienen y construyen esas plantas de celulosa, pero por cada "X" kilos de celulosa que procesan nos construyen una escuelita, ta, o me reforman alguna de las existentes, o me mantienen a los maestros bien pagos, o me las llenan de computadoras, ta, gracias, eh, porque sabés que sí la plata nos llega a nosotros se nos pierde en mucho laberinto burocrático, aparte, ustedes entienden, somos un estado batllista y eso es costoso, aparte ustedes andan bien en el tema escuelas, ¿no?, y no pasan frío ni nada halla en finlandia. Así, ya que vendemos ríos, compremos escuelitas, por lo menos, niños contentos y padres (y tíos) capaz un poco también. La madre naturaleza es otro tema.

16 julio 2005

CIERTOS ESPEJISMOS

Desde niño siempre fui gran hincha de los yoyos. Desde la época en que mi vista estaba prácticamente a la altura de los mismos en las vitrinas de las panaderías. Pedía yoyos como loco. Siempre. Me encantaba que me mandaran a comprar la flauta y los bizcochos - esas tardes de fin de semana reunidos en familia donde siempre llega el momento en que algún mayor manda a un par de niños que andan jugando en la vuelta - a la panadería. Siempre corriendo. Había dos opciones, pedir autorización para traer algún yoyo o comprar secretamente el yoyo y comerlo en el camino de vuelta.
El ojito apareció como un interés en mi vida mucho más tarde, terminando la adolescencia legal. Hasta esa edad tenía cierto recelo de esos líquidos rojos, en verdad, no tan líquidos, bastante secos, que se encontraban en el centro de esas masas. Desde entonces he alternando estas dos preferencias indistintamente. Con períodos de yoyo y períodos de ojito.
Siempre conocí la existencia del espejito y hasta su nombre, un tanto más críptico que yoyo u ojito. Le temí desde un principio. En este caso, el líquido era cierto y esto creo que era lo que me hacia alejarme de él, prácticamente ignorarlo, en su versión nieve y en su chocolate por igual. Creo que el rojo brillante también me intimidaba. Nunca me había dado cuenta que el espejito de chocolate es realmente la consecuencia de ambos. La sublime consecuencia.
Fue poco tiempo atrás que me animé y todo se me hizo claro en un instante. Ahora lo sé, no hay nada mejor que un espejito. Siempre y cuando sea un buen espejito, los infames que no tienen el suficiente dulce de leche por dentro, no merecen ese honor.
Entonces, creo que esto es muy importante. Yoyo, Ojito, Espejito. Sí consideramos a el período yoyo el primero de la vida de un hombre, ese cuando yo, yo y nadie más que yo puede dominarlo todo. Cuando todavía todo está por verse. Luego podemos considerar que viene el período ojito. Ojito con este período. Este ya creo que es un período donde algunas cosas se empiezan a complicar.
El período espejito lo comencé hace poco así que no me aventuro a juzgarlo. Puede ser ese período donde uno se siente menos enemistado con su reflejo, o algo así.

Veo que mi vida sentimental también encuentra fácilmente estos tres períodos, oh.

BUSCANDO OFICIOS: CLASIFICADOS (1)


Uno tiende a pensar que uno tiene que aventurarse en aquellas cosas donde uno tiene ciertas condiciones (naturales o de las otras), el problema es cuando uno no sabe sí tiene condiciones para algo. Bajo esta premisa, uno puede aventurarse en oficios donde considera que es más importante creerse con condiciones que realmente poseerlas, o en oficios donde uno considera que las condiciones no son lo más valorado a la hora de salir adelante, en la búsqueda, siempre es mejor aquel oficio que requiera poco trabajo y que sea altamente rentable, me han dicho que esto del rock es muy fácil acá en Uruguay:

Banda punk adolescente, analfabeta musicalmente, busca estudio de grabación para musicalizar sus primeros trabajos. La mano viene, hard, pero hard, hard core, oscuro y cruelmente distorsionado. Básicamente gritos por sobre un sonido muy fuerte. La interpretación de las letras se las dejo a ustedes ya que ni el propio autor las comprende. Menos las entiende aún luego de desenterrarlas de un viejo archivo word. Por una extraña razón le parecen graciosas.

(Con robarle un adherente a la Trotsky estamos contentos)
1) Rural turism
Me hablan de turismo aventura
Me hablan de reforma agraria
Necesaria
Inminente
Entonces Turismo Rural
Rural turism
Rural turism
Rural turism
Rural turism
Me voy con mi novia
Trabajo rural
Un fin de semana
Y todo es brutal
2) I´m free, i´m down

¿dónde están nuestras castas?
¿dónde está nuestro rol social?
¿dónde la guerra por la cual luchar?
No se trata de tener una razón social
No se trata de conquistar el espacio sideral
Tampoco se trata de amar
Soy libre, i´m free
And i´m downnnnnn!!!!!!
Quiero ser ganado
Y que mi camino este sanjado
O como dice Dario
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo
Y más aún la roca dura, porque ella ya no siente,
Porque no hay mayor dolor que el dolor de ser vivo
Ni mayor pesadumbre que la vida consiente
I´m free and i´m dowm
I´m free and i´m dowm
I´m free and i´m dowm
No te quiero más
No te quiero más
Quiero un camino,
No el de dios
Menos el de los masones
O los sionistas malechores
O los activistas ambientales
No quiero luchar contra bush
Menos apoyar a kerry
Seguirle la corriente a michael moore
No te quiero más
No te quiero más
I´m free and i´m dowm
I´m free and i´m dowm
I´m free and i´m dowm
No quiero una granja orgánica
O encontrar a la media naranja
O navegar por el sur del brasil
Con caipiriñaaaaaaaa

3) times new roman
no quiero escucharte
hablar de arial
a mi me gusta times new roman
por lo de times
lo de new
y lo de roman
como mi padre
como el diario
como la new wave
es curioso
pero corre
más lejos
que tu cabello
vos, yegua
siempre en el ático
con westministeeeeer

14 julio 2005

"YO PLANCHA, TÚ ESNOB"

plancha
fashion
retro
cheto
snob
falopero
chango
Las palabras arriba escritas son empleadas hoy en día por la juventud de un modo que me disgusta, a continuación algo parecido a una explicación del porqué:
En la mayoría de los casos en que son utilizadas estas palabras connotan un cierto desprecio hacia el destinatario. Un desprecio que se desprende desde un lugar de superior prestigio moral (por llamarlo de alguna manera). Nadie quiere pertenecer a ninguna de estas categorías. Muchos tratan de diferenciarse de otros tildando a esos otros con cualquiera de estos epítetos.
Considero que las personas que están siempre encasillando a la gente dentro de estos parámetros, están simplificando los estereotipos de una sociedad hacia lo inocuo. El nivel de clasificación parece hasta publicitario-marketinero. Porque, vamos, ahí no está el problema. Cheto, careta, fashion, retro, falopero, esnob, plancha, que carajo importa en el fondo. Esto nos divide y no nos permite ser conscientes de que la vulnerabilidad nos tiene a todos agarrados de las patas por igual.
Todos estamos buscando verdades, lugares comunes, objetivos, amor, pero la necesidad de encasillarnos nos hace perder de muchas cosas, haciéndonos creer que nos acerca a otras
- no hay mucha diferencia entre Silvio Rodríguez y los Mountain Goats, o entre una cresta y el pelo rubio de wellapon -, así nos aislamos y creyendo fortalecernos nos debilitamos.
Lo que quiero decir es que me gusta escuchar a la gente expresarse sobre sus pares de otras maneras. Me gusta que de la gente se valore la bondad, la generosidad, la inteligencia, el humor y principalmente la integridad. Tratemos de ser íntegros, no importa sí somos íntegros planchas o íntegros caretas o íntegros esnob.
Sincero, nervioso, bueno, claro, tímido, triste, enamoradizo, terco, soñador, loco. Estos son los tipos de adjetivos que valen, lo demás son porquerías. Porque al estar nosotros mismos encasillándonos nos estamos perdiendo la parte linda del asunto. Bastante tenemos con las clasificaciones que hacen los adultos de nosotros, cosa que es natural ya que uno tiende a tratar de ordenar y clasificar aquello que desconoce. Igualmente veo que la juventud se expresa sobre ella misma de manera más despectiva que los propios adultos que la engendraron.
Sigo. Entonces, me pregunto, ¿porqué es más común escuchar la expresión, uh, mirá los planchas esos, que la expresión, uh, mirá esos tímidos soñadores? La respuesta es que la gente es cómoda y lo más sencillo es siempre caer en los facilísimos comunes del lenguaje. Esos facilísimos que parecen despejar el camino, pero lo entorpecen todo. Esos facilísimos que tienen a poner la piedra sobre la montaña. Sí seguimos simplificándolo todo, terminaremos cual Tarzán en la selva tú esnob, yo plancha.